PARA REFLEXIONAR


Escúchame mamita:
Yo nunca hablé contigo y quizá jamás lo haremos;
pero hoy he querido saludarte. ¿Cómo estás?
Te he notado muy inquieta y sé que has decidido separarte de mí.

He llorado mucho, pues aunque soy muy pequeñito,
tengo sentimientos inmensamente grandes y tú lo sabes.
Me han dicho que la vida es muy bella,
aunque tu vivas maldiciendo la tuya.

Antes de que tú me dejes quería preguntarte algo:
¿Por qué te avergonzaste de mí?
¿Por qué te sonrojas frente a tus amigos y a tus amigas?
¿Acaso no soy yo tu hijo?
¿Acaso no soy sangre de tu sangre,
cuerpo de tu cuerpo y alma de tu alma?

Pero aunque muy pronto
mi corazoncito dejará de latir junto al tuyo,
yo siempre seguiré viviendo en tu recuerdo y en tu conciencia.
Me hubiera gustado llegar a ser tu hijo,
tu amigo, tu compañero,
aquel motivo de tus sueños y ese aire de tu vida;
pero tú no lo quisiste.

Después de esto no tengo mucho que decirte;
tan sólo que, yo me había encariñado contigo mamá,
pero es triste y ha llegado el momento.
Ahora sólo deja
que apoye mis labios sobre lo mas profundo de tus entrañas,
para que jamás te puedas desprender de este beso y de este adiós.

Pues, aunque no llegamos a ser nunca mas amigos,
aunque nunca vi tu rostro y jamás lo veré,
recuerda que yo siempre te seguiré llamando...Mamita..!
NO LE PIDAS A DIOS UNA CARGA LIGERA PARA TUS HOMBROS; PIDELE UNOS HOMBROS FUERTES PARA SOPORTAR LA CARGA

!!!HOY NO ES TIEMPO DE DECIRLE A DIOS CUAN GRANDE ES NUESTRO PROBLEMA, SI NO QUE HOY ES TIEMPO DE DECIRLE A NUESTRO PROBLEMA CUAN GRANDE ES DIOS!!!

Había una vez un niño que tenía muy mal carácter. Un día su padre le dio una bolsa con clavos y le dijo que cada vez que perdiera la calma debía clavar un clavo en la cerca de atrás de la casa.
El primer día el niño clavó 37 clavos en la cerca, pero poco a poco fue calmándose porque descubrió que era mucho mas fácil controlar su carácter que clavar los clavos en la cerca. Finalmente llegó el día en que el muchacho no perdió la calma para nada y se lo dijo a su padre. Entonces el padre sugirió al hijo que por cada día que controlara su carácter debía sacar un clavo de la cerca. Los días pasaron y el jóven pudo finalmente decirle a su padre que ya había sacado todos los clavos de la cerca. El padre llevo de la mano a su hijo a la cerca de atrás y le dijo: - Mira hijo, has hecho bien, pero fijate en todos los agujeros que quedaron en la cerca. Ya la cerca nunca será la misma de antes. Cuando dices o haces cosas con coraje, dejas una cicatriz como este agujero en la cerca. Es como meterle un cuchillo a alguien que aunque lo vuelvas a sacar la herida ya quedo hecha. No importa cuántas veces pidas perdón, la herida está allí; y una herida física es igual de grave que una herida verbal.
Los amigos y nuestros seres queridos son verdaderas joyas a quienes hay que valorar. Ellos te sonreiran y te animarán a mejorar. Te escucharán, compartirán una palabra de aliento y siempre tendráan su corazón abierto para recibirte. Demuestrales siempre a estas personitas cuánto los quieres.
El Bordado de Dios
Cuando yo era pequeño, mi mamá solía coser mucho.

Y me sentaba cerca de ella y le preguntaba qué haciendo.

Cuando yo era pequeño, mi mamá solía coser mucho.
Y me sentaba cerca de ella y le preguntaba qué estaba haciendo.
 Ella me respondía que estaba bordando.
 
 Yo observaba el trabajo de mi mamá desde una
Posición  más baja que donde estaba sentada ella, así que 
siempre me quejaba diciéndole que desde mi punto de vista lo
que estaba haciendo me parecía muy  confuso.
 
 Ella me sonreía, miraba hacia abajo y gentilmente
me  decía: "Hijo,ve afuera a jugar un rato y cuando haya
terminado mi bordado te  pondré sobre mi regazo y te dejaré
verlo desde mi posición" .
 
 Me preguntaba porqué ella usaba algunos hilos  de
colores oscuros y porqué me parecían tan  desordenados desde 
donde yo estaba. Unos minutos más tarde escuchaba la voz de mi
mamá diciéndome: 
"Hijo,ven y siéntate en mi regazo." 
Yo lo hacía de inmediato y me sorprendía y
emocionaba al ver la hermosa flor o el bello atardecer en el
bordado. No podía creerlo; desde abajo se veía tan confuso.
 
 Entonces mi mamá me decía: "Hijo mío, desde abajo
se veía confuso y desordenado, pero no te dabas cuenta de que
había un plan arriba.
Había un diseño, sólo lo estaba siguiendo. Ahora míralo desde
mi posición y sabrás lo que estaba haciendo."
 
 Muchas veces a lo largo de los años he mirado al Cielo y he dicho:
"Padre, ¿qué estás haciendo?
 El responde: "Estoy bordando tu vida."
 Entonces yo le replico: "Pero se ve tan confuso,
es un desorden. Los hilos parecen tan oscuros,
¿porqué no son más brillantes?"
 
 El Padre parecía decirme: "Mi niño, ocúpate de tu
trabajo haciendo el mío y un día te traeré al cielo y te 
pondré sobre mi regazo y verás el plan desde mi posición. 
 Entonces entenderás..."
                       
¿ CUANTO GANAS?

 ¿Cuánto ganas al día?
- Papi, ¿cuánto ganas por hora? - con voz tímida y ojos de admiración,
un pequeño recibía así a su padre al término del trabajo.
El padre dirigió un gesto severo al niño y repuso: - Mira hijo, esos
informes ni tu madre los conoce. No me molestes que estoy cansado.
- Pero papi, -insistía- dime por favor ¿cuánto ganas por hora?
La reacción del padre fue menos severa. Sólo contestó:
- Cuatro soles por hora.
- Papi, ¿me podrías prestar dos soles? - preguntó el pequeño.
El padre montó en cólera y tratando con brusquedad al
niño le dijo: -
Así que, esa era la razón de saber lo que gano. Vete a dormir y no me
molestes, muchacho aprovechado.
Había caído la noche. El padre había meditado sobre lo sucedido y se
sentía culpable. Tal vez su hijo quería comprar algo.
En fin, descargando su conciencia dolida, se asomó al cuarto
de su hijo. Con voz baja le preguntó al pequeño:
- ¿Duermes hijo?
- Dime, papi - respondió entre sueños.
- Perdóname por haberte tratado con tan poca paciencia; aquí tienes el
dinero que me pediste, - respondió el padre.
- Gracias papi - contestó el pequeño y metiendo sus manitas debajo de
la almohada, sacó unas monedas.
- Ahora ya completé. Tengo cuatro soles. ¿Me podrías
vender una hora de tu tiempo? - preguntó el niño.
            
             

Amar es Darse Todo
    
El hombre que estaba tras el mostrador, miraba  la
calle distraídamente.   Una niñita se aproximó al
negocio y apretó la  naricita contra el vidrio de la
vitrina. os ojos de color del cielo brillaban cuando
vio un determinado objeto.  Entró en el negocio para
ver el collar de turquesa azul. "Es para mi hermana. 
¿ Puede hacer un paquete bien bonito ?".- dice ella. 
El dueño del negocio miró desconfiado a la niñita y
le preguntó: - ¿Cuánto dinero tienes? Sin dudar, ella
sacó del bolsillo de su ropa un pañuelo todo atadito y
fue deshaciendo los nudos. Los colocó sobre el mostrador
y dijo feliz: - "¿Eso da?".    Eran apenas algunas monedas
que ella exhibía orgullosa.  "¿Sabe?,quiero dar este regalo
a mi hermana mayor. Desde que murió  nuestra madre, ella
cuida de nosotros y no tiene tiempo para ella.
Es su cumpleaños y  tengo el convencimiento que quedará
feliz con el collar que es del color de sus ojos" 
El hombre fue para la trastienda, colocó el collar en
un estuche,  envolvió con un vistoso papel 
rojo e hizo un trabajado lazo con una cinta verde.
    "Tome, dijo a la niña. Llevelo con cuidado".Ella salió
felíz corriendo y saltando calle abajo.
Aún no acababa el día, cuando una linda joven de 
cabellos rubios y  maravillosos ojos
azules entró en el negocio.  Colocó sobre el mostrador
el ya conocido envoltorio deshecho e indagó: 
"¿Este collar fue comprado aquí?"¿cuánto costó?
Ah!", - habló  el dueño del negocio. "El  precio de cualquier producto de mi tienda es siempre  un asunto confidencial entre el vendedor y el cliente".
     La joven exclamo:  "Pero mi hermana tenía  solamente algunas monedas.  El collar es verdadero,  ¿no?
Ella no tendría dinero para pagarlo".El hombre tomó el estuche, rehizo el  envoltorio con extremo cariño,colocó la cinta y lo  devolvió a la joven y le dijo:     - "Ella pagó el precio más alto que cualquier  persona puede pagar:.  ELLA DIO TODO LO QUE  TENÍA".      El silencio llenó la pequeña tienda y dos  lágrimas rodaron por la faz emocionada de la joven en cuanto sus manos tomaban el pequeño  envoltorio.
      La verdadera donación es darse por entero, sin restricciones.  La gratitud de quien ama no  coloca límites para los gestos de ternura.  Sea  siempre agradecido pero no esperes el reconocimiento  de nadie.  Gratitud con amor no sólo reanima a  quien recibe, como reconforta a quien ofrece. "Piense en eso".   "La vida mejora con cadadía que pasa siempre y cuando demuestres una actitud  positiva"

GRANOS DE CAFÉ…

Una joven hablaba con su padre y se quejaba acerca de su vida, lo difícil que era para ella alcanzar metas.    "No sé que hacer papá, en ocasiones me siento que voy a desfallecer, me siento con deseos de renunciar a todo, hasta a la propia vida.   Me siento cansada de luchar.   Cuando un problema se resuelve, otro nuevo surge.'
Su padre, que trabajaba como cocinero, la llevó a la cocina.   Llenó tres cazuelas pequeñas con agua y las puso a calentar al fuego.   Cuando el agua comenzó a hervir, el hombre colocó dentro de la primera zanahorias, dentro de la segunda huevos y dentro de la tercera granos de café.   Los ingredientes quedaron así cocinándose por varios minutos mientras que la impaciente hija se preguntaba el significado de todo aquello.   Al cabo de veinte minutos el padre apagó las hornillas.   Sacó la zanahoria de la cazuela y la colocó en un plato e hizo lo mismo con el huevo.  Finalmente tomó una taza y sirvió el café en la misma.
"-¿Hija, que ves?" - preguntó el padre. "- Veo zanahorias,  huevos y café." - respondió ella.
Tomando a su hija de la mano le pidió que tocara la zanahoria.. Al hacerlo notó que la zanahoria estaba blanda y suave.  Le pidió entonces que  tomara un huevo y lo rompiera.   Al quitarle la cáscara al huevo encontró el interior del mismo endurecido.   Finalmente le pidió que probara el café.   Así lo hizo, deleitándose en su rico aroma.
"-¿Qué me quieres decir con esto, papá?" – preguntó la hija.
El padre explicó que cada uno de aquellos ingredientes se había enfrentado a la misma adversidad, al agua caliente, sin embargo cada uno de ellos reaccionó en una forma distinta. La zanahoria fue al agua dura y fuerte, pero después de unos minutos se puso blanda y débil.   El huevo fue al agua con fragilidad, su interior líquido estaba protegido por una débil cáscara; pero después de haber experimentado el agua caliente su interior se endureció.   Sin embargo los granos de café fueron distintos.   Después de estar en el agua caliente, los granos transformaron el agua.
"-¿Cuál de estos eres tú?" - preguntó el  padre a su hija.
¿Qué tal, pues?   Cuando la adversidad golpea a tu puerta, ¿cómo respondes? ¿Eres tu una zanahoria, un huevo o un grano de café?
¿Eres tú la zanahoria que por fuera aparenta dureza y fortaleza pero con el fuego de la prueba se ablanda y pierde su fortaleza de carácter?
¿O tal vez el huevo que al comienzo es suave en su interior, pero el fuego de un divorcio, una enfermedad, un accidente, una muerte lo pone duro?   ¿Por fuera luces igual, pero por dentro te has endurecido y ahora tienes un corazón amargado?
¿O serás tu como el grano de café? ¡El grano de café al entrar en el agua, el hervor transformó el agua!   Para que el café suelte todo su sabor el agua tiene que calentarse a 212 grados Fahrenheit; o sea que mientras más caliente, más sabor le da al agua.   Si tú eres como el grano de café, mientras peor se pongan las cosas más transformas lo que está a tu alrededor.
¿Cuando la gente a tu alrededor te critica, aumentan tus alabanzas al Señor?
¿Y tú qué? ¿Eres una zanahoria, un huevo o un grano de café? ¿Cómo manejas la adversidad?
2 Corintios 4:8-9
Dice "Nos vemos atribulados en todo, pero no abatidos; perplejos, pero no desesperados; perseguidos, pero no abandonados; derribados, pero no destruidos."

Ojalá todos seamos o nos convirtamos en granos de café…                                                

CINCO COSAS IMPORTANTES QUE RECORDAR
    1.- La pregunta más importante.
Durante mi segundo semestre en la escuela de
enfermería, nuestro Profesor nos dio un examen  sorpresa. Yo era un estudiante conciente y leí rápidamente todas las preguntas, hasta que leí la última:
     ¿Cuál es el nombre de la mujer que limpia la escuela?
Seguramente esto era algún tipo de broma. Yo había
visto muchas veces a la  mujer que limpiaba la escuela. Ella era alta, cabello oscuro, como de cincuenta años, pero, ¿cómo iba yo a saber su nombre? Entregué mi examen, dejando la  última pregunta en blanco. Antes de que terminara la clase, alguien le preguntó al profesor si la última pregunta contaría para la nota del examen.
Absolutamente, dijo el profesor.
En sus carreras ustedes conocerán muchas personas.
Todas son importantes.
Ellos merecen su atención y cuidado, aunque solo les sonrían digan:  ¡Hola!
     Yo nunca olvide esa lección. También aprendí que su nombre era Dorothy.
    
   
  2.- Auxilio en la lluvia.
Una noche, a las 11:30 p.m., una mujer afro americana, de edad avanzada estaba parada en el acotamiento de una autopista de Alabama, tratando de soportar una fuerte tormenta. Su carro se había descompuesto y ella necesitaba desesperadamente que la llevaran.  Toda mojada, ella decidió detener el próximo carro. Un joven blanco se detuvo a ayudarla, a pesar de todo los conflictos que habían ocurrido durante los 60. El joven la llevó a un lugar seguro, la ayudo a obtener asistencia y la  puso en un taxi. Ella parecía estar bastante apurada. Ella anoto la   dirección del joven, le  agradeció y se fue. Siete días pasaron, cuando tocaron la puerta de su casa. Para su  sorpresa, un televisor pantalla gigante a color le fue entregado por correo a su Casa.
     Tenia una nota especial adjunta al paquete. Esta decía:
     Muchísimas gracias por ayudarme en la autopista la otra Noche. La lluvia anego no solo mi ropa sino mi espíritu. Entonces  apareció usted.
     Gracias a usted, pude llegar al lado de la cama de mi marido agonizante, justo antes de que muriera. Dios lo bendiga por ayudarme y por servir a otros desinteresadamente.
     Sinceramente:
     La Señora de Nat King Cole.

No esperes nada a cambio y lo recibirás
    

3.- Siempre recuerda aquellos a quienes sirves.

     En los días en que un helado costaba mucho menos, un niño de 10 años entró en un establecimiento y se sentó en una mesa. La mesera puso un vaso de agua en frente de el.
     ¿Cuanto cuesta un helado de chocolate con cacahuates?  pregunto el niño.
     Cincuenta centavos, respondió la mesera.
     El niño sacó su mano de su bolsillo y examinó un numero de monedas.
     ¿Cuánto cuesta un helado solo?, volvió a preguntar.
     Algunas personas estaban esperando por una mesa y la mesera ya estaba un poco impaciente. Treinta y cinco centavos dijo ella bruscamente. El niño volvió a contar la monedas.
     Quiero el helado solo dijo el niño.  La mesera le trajo el helado, y puso la cuenta en la mesa y se fue. El niño termino el helado, pago en la caja y se fue. Cuando la mesera volvió, ella empezó a limpiar la mesa y entonces le costo tragar saliva con lo que vio. Allí, puesto      ordenadamente junto al plato vacío, habían veinticinco centavos... su propina.
     Jamás juzgues a alguien antes de tiempo.
    
4.- Los obstáculos en nuestro camino.

Hace mucho tiempo, un rey colocó una gran roca      obstaculizando un  camino. Entonces se escondió y miró para ver si alguien quitaba la tremenda roca.
     Algunos de los comerciantes más adinerados del rey y cortesanos vinieron y simplemente le dieron una vuelta. Muchos culparon al rey ruidosamente de no  mantener los caminos despejados, pero ninguno hizo algo para sacar la   piedra grande del camino. Entonces un campesino vino, y llevaba una carga de verduras.  Al aproximarse a la roca, el campesino puso su carga en el piso y trato de mover la roca a un lado del camino. Después de empujar y fatigarse mucho, lo logró. Mientras recogía su carga de vegetales, el notó una cartera en el piso, justo donde había estado la roca. La cartera contenía muchas monedas de oro y una nota del mismo rey indicando que el oro era para la persona que removiera la piedra del camino. El campesino aprendió lo      que los otros nunca entendieron. Cada obstáculo presenta una oportunidad para mejorar la condición de uno.
     Si alguna vez caes, levántate y sigue adelante.
    
5.- Donando sangre...donando vida.

Hace muchos años, cuando trabajaba como voluntario en un Hospital de Stanford, conocí a una niñita llamada Liz quien sufría de una extraña enfermedad. Su única oportunidad de recuperarse aparentemente era una transfusión de sangre de su hermano de 5 años, quien había sobrevivido  milagrosamente a la misma enfermedad y había      desarrollado anticuerpos necesarios para combatir la enfermedad. El doctor explicó la situación al hermano de la niña, y le preguntó si estaría dispuesto a dar su sangre a su hermana. Yo lo vi dudar por solo un momento antes de tomar un gran suspiro y decir: Si, lo haré, si eso salva a Liz. Mientras la transfusión continuaba, el estaba acostado en una cama al lado de la de su   hermana, y sonriente mientras nosotros lo asistíamos a el y a su hermana, viendo retornar el color a las mejillas de la niña. Entonces la cara del niño se puso pálida y  su sonrisa desapareció. El miro al doctor y le pregunto con voz  temblorosa  ¿A que hora empezare a morirme? Siendo solo un niño, no había comprendido al doctor; el pensaba que le daría toda su sangre a su hermana. Y aun así se la  daba.
     Da todo por quien ames. Actitud, después de todo, es todo.

Si alguna de estas historias te hizo reflexionar para bien, piensa que alguien más a quien tu amas le gustaría leerlas también... Invitalos a leer!
El Bordado de Dios

Cuando yo era pequeño, mi mamá solía coser mucho.

Y me sentaba cerca de ella y le preguntaba qué haciendo.

Cuando yo era pequeño, mi mamá solía coser mucho.
Y me sentaba cerca de ella y le preguntaba qué estaba haciendo.
 Ella me respondía que estaba bordando.
 
 Yo observaba el trabajo de mi mamá desde una
Posición  más baja que donde estaba sentada ella, así que 
siempre me quejaba diciéndole que desde mi punto de vista lo
que estaba haciendo me parecía muy  confuso.
 
 Ella me sonreía, miraba hacia abajo y gentilmente
me  decía: "Hijo,ve afuera a jugar un rato y cuando haya
terminado mi bordado te  pondré sobre mi regazo y te dejaré
verlo desde mi posición" .
 
 Me preguntaba porqué ella usaba algunos hilos  de
colores oscuros y porqué me parecían tan  desordenados desde 
donde yo estaba. Unos minutos más tarde escuchaba la voz de mi
mamá diciéndome: 
"Hijo,ven y siéntate en mi regazo." 
Yo lo hacía de inmediato y me sorprendía y
emocionaba al ver la hermosa flor o el bello atardecer en el
bordado. No podía creerlo; desde abajo se veía tan confuso.
 
 Entonces mi mamá me decía: "Hijo mío, desde abajo
se veía confuso y desordenado, pero no te dabas cuenta de que
había un plan arriba.
Había un diseño, sólo lo estaba siguiendo. Ahora míralo desde
mi posición y sabrás lo que estaba haciendo."
 
 Muchas veces a lo largo de los años he mirado al Cielo y he dicho:
"Padre, ¿qué estás haciendo?
 El responde: "Estoy bordando tu vida."
 Entonces yo le replico: "Pero se ve tan confuso,
es un desorden. Los hilos parecen tan oscuros,
¿porqué no son más brillantes?"
 
 El Padre parecía decirme: "Mi niño, ocúpate de tu
trabajo haciendo el mío y un día te traeré al cielo y te 
pondré sobre mi regazo y verás el plan desde mi posición. 
 Entonces entenderás..."
                       
¿ CUANTO GANAS?

 ¿Cuánto ganas al día?
- Papi, ¿cuánto ganas por hora? - con voz tímida y ojos de admiración,
un pequeño recibía así a su padre al término del trabajo.
El padre dirigió un gesto severo al niño y repuso: - Mira hijo, esos
informes ni tu madre los conoce. No me molestes que estoy cansado.
- Pero papi, -insistía- dime por favor ¿cuánto ganas por hora?
La reacción del padre fue menos severa. Sólo contestó:
- Cuatro soles por hora.
- Papi, ¿me podrías prestar dos soles? - preguntó el pequeño.
El padre montó en cólera y tratando con brusquedad al
niño le dijo: -
Así que, esa era la razón de saber lo que gano. Vete a dormir y no me
molestes, muchacho aprovechado.
Había caído la noche. El padre había meditado sobre lo sucedido y se
sentía culpable. Tal vez su hijo quería comprar algo.
En fin, descargando su conciencia dolida, se asomó al cuarto
de su hijo. Con voz baja le preguntó al pequeño:
- ¿Duermes hijo?
- Dime, papi - respondió entre sueños.
- Perdóname por haberte tratado con tan poca paciencia; aquí tienes el
dinero que me pediste, - respondió el padre.
- Gracias papi - contestó el pequeño y metiendo sus manitas debajo de
la almohada, sacó unas monedas.
- Ahora ya completé. Tengo cuatro soles. ¿Me podrías
vender una hora de tu tiempo? - preguntó el niño.
            
             

Amar es Darse Todo
    
El hombre que estaba tras el mostrador, miraba  la
calle distraídamente.   Una niñita se aproximó al
negocio y apretó la  naricita contra el vidrio de la
vitrina. os ojos de color del cielo brillaban cuando
vio un determinado objeto.  Entró en el negocio para
ver el collar de turquesa azul. "Es para mi hermana. 
¿ Puede hacer un paquete bien bonito ?".- dice ella. 
El dueño del negocio miró desconfiado a la niñita y
le preguntó: - ¿Cuánto dinero tienes? Sin dudar, ella
sacó del bolsillo de su ropa un pañuelo todo atadito y
fue deshaciendo los nudos. Los colocó sobre el mostrador
y dijo feliz: - "¿Eso da?".    Eran apenas algunas monedas
que ella exhibía orgullosa.  "¿Sabe?,quiero dar este regalo
a mi hermana mayor. Desde que murió  nuestra madre, ella
cuida de nosotros y no tiene tiempo para ella.
Es su cumpleaños y  tengo el convencimiento que quedará
feliz con el collar que es del color de sus ojos" 
El hombre fue para la trastienda, colocó el collar en
un estuche,  envolvió con un vistoso papel 
rojo e hizo un trabajado lazo con una cinta verde.
    "Tome, dijo a la niña. Llevelo con cuidado".Ella salió
felíz corriendo y saltando calle abajo.
Aún no acababa el día, cuando una linda joven de 
cabellos rubios y  maravillosos ojos
azules entró en el negocio.  Colocó sobre el mostrador
el ya conocido envoltorio deshecho e indagó: 
"¿Este collar fue comprado aquí?"¿cuánto costó?
Ah!", - habló  el dueño del negocio. "El  precio de cualquier producto de mi tienda es siempre  un asunto confidencial entre el vendedor y el cliente".
     La joven exclamo:  "Pero mi hermana tenía  solamente algunas monedas.  El collar es verdadero,  ¿no?
Ella no tendría dinero para pagarlo".El hombre tomó el estuche, rehizo el  envoltorio con extremo cariño,colocó la cinta y lo  devolvió a la joven y le dijo:     - "Ella pagó el precio más alto que cualquier  persona puede pagar:.  ELLA DIO TODO LO QUE  TENÍA".      El silencio llenó la pequeña tienda y dos  lágrimas rodaron por la faz emocionada de la joven en cuanto sus manos tomaban el pequeño  envoltorio.
      La verdadera donación es darse por entero, sin restricciones.  La gratitud de quien ama no  coloca límites para los gestos de ternura.  Sea  siempre agradecido pero no esperes el reconocimiento  de nadie.  Gratitud con amor no sólo reanima a  quien recibe, como reconforta a quien ofrece. "Piense en eso".   "La vida mejora con cadadía que pasa siempre y cuando demuestres una actitud  positiva"

GRANOS DE CAFÉ…

Una joven hablaba con su padre y se quejaba acerca de su vida, lo difícil que era para ella alcanzar metas.    "No sé que hacer papá, en ocasiones me siento que voy a desfallecer, me siento con deseos de renunciar a todo, hasta a la propia vida.   Me siento cansada de luchar.   Cuando un problema se resuelve, otro nuevo surge.'
Su padre, que trabajaba como cocinero, la llevó a la cocina.   Llenó tres cazuelas pequeñas con agua y las puso a calentar al fuego.   Cuando el agua comenzó a hervir, el hombre colocó dentro de la primera zanahorias, dentro de la segunda huevos y dentro de la tercera granos de café.   Los ingredientes quedaron así cocinándose por varios minutos mientras que la impaciente hija se preguntaba el significado de todo aquello.   Al cabo de veinte minutos el padre apagó las hornillas.   Sacó la zanahoria de la cazuela y la colocó en un plato e hizo lo mismo con el huevo.  Finalmente tomó una taza y sirvió el café en la misma.
"-¿Hija, que ves?" - preguntó el padre. "- Veo zanahorias,  huevos y café." - respondió ella.
Tomando a su hija de la mano le pidió que tocara la zanahoria.. Al hacerlo notó que la zanahoria estaba blanda y suave.  Le pidió entonces que  tomara un huevo y lo rompiera.   Al quitarle la cáscara al huevo encontró el interior del mismo endurecido.   Finalmente le pidió que probara el café.   Así lo hizo, deleitándose en su rico aroma.
"-¿Qué me quieres decir con esto, papá?" – preguntó la hija.
El padre explicó que cada uno de aquellos ingredientes se había enfrentado a la misma adversidad, al agua caliente, sin embargo cada uno de ellos reaccionó en una forma distinta. La zanahoria fue al agua dura y fuerte, pero después de unos minutos se puso blanda y débil.   El huevo fue al agua con fragilidad, su interior líquido estaba protegido por una débil cáscara; pero después de haber experimentado el agua caliente su interior se endureció.   Sin embargo los granos de café fueron distintos.   Después de estar en el agua caliente, los granos transformaron el agua.
"-¿Cuál de estos eres tú?" - preguntó el  padre a su hija.
¿Qué tal, pues?   Cuando la adversidad golpea a tu puerta, ¿cómo respondes? ¿Eres tu una zanahoria, un huevo o un grano de café?
¿Eres tú la zanahoria que por fuera aparenta dureza y fortaleza pero con el fuego de la prueba se ablanda y pierde su fortaleza de carácter?
¿O tal vez el huevo que al comienzo es suave en su interior, pero el fuego de un divorcio, una enfermedad, un accidente, una muerte lo pone duro?   ¿Por fuera luces igual, pero por dentro te has endurecido y ahora tienes un corazón amargado?
¿O serás tu como el grano de café? ¡El grano de café al entrar en el agua, el hervor transformó el agua!   Para que el café suelte todo su sabor el agua tiene que calentarse a 212 grados Fahrenheit; o sea que mientras más caliente, más sabor le da al agua.   Si tú eres como el grano de café, mientras peor se pongan las cosas más transformas lo que está a tu alrededor.
¿Cuando la gente a tu alrededor te critica, aumentan tus alabanzas al Señor?
¿Y tú qué? ¿Eres una zanahoria, un huevo o un grano de café? ¿Cómo manejas la adversidad?
2 Corintios 4:8-9
Dice "Nos vemos atribulados en todo, pero no abatidos; perplejos, pero no desesperados; perseguidos, pero no abandonados; derribados, pero no destruidos."

Ojalá todos seamos o nos convirtamos en granos de café…                                                

CINCO COSAS IMPORTANTES QUE RECORDAR
    1.- La pregunta más importante.
Durante mi segundo semestre en la escuela de
enfermería, nuestro Profesor nos dio un examen  sorpresa. Yo era un estudiante conciente y leí rápidamente todas las preguntas, hasta que leí la última:
     ¿Cuál es el nombre de la mujer que limpia la escuela?
Seguramente esto era algún tipo de broma. Yo había
visto muchas veces a la  mujer que limpiaba la escuela. Ella era alta, cabello oscuro, como de cincuenta años, pero, ¿cómo iba yo a saber su nombre? Entregué mi examen, dejando la  última pregunta en blanco. Antes de que terminara la clase, alguien le preguntó al profesor si la última pregunta contaría para la nota del examen.
Absolutamente, dijo el profesor.
En sus carreras ustedes conocerán muchas personas.
Todas son importantes.
Ellos merecen su atención y cuidado, aunque solo les sonrían digan:  ¡Hola!
     Yo nunca olvide esa lección. También aprendí que su nombre era Dorothy.
    
   
  2.- Auxilio en la lluvia.
Una noche, a las 11:30 p.m., una mujer afro americana, de edad avanzada estaba parada en el acotamiento de una autopista de Alabama, tratando de soportar una fuerte tormenta. Su carro se había descompuesto y ella necesitaba desesperadamente que la llevaran.  Toda mojada, ella decidió detener el próximo carro. Un joven blanco se detuvo a ayudarla, a pesar de todo los conflictos que habían ocurrido durante los 60. El joven la llevó a un lugar seguro, la ayudo a obtener asistencia y la  puso en un taxi. Ella parecía estar bastante apurada. Ella anoto la   dirección del joven, le  agradeció y se fue. Siete días pasaron, cuando tocaron la puerta de su casa. Para su  sorpresa, un televisor pantalla gigante a color le fue entregado por correo a su Casa.
     Tenia una nota especial adjunta al paquete. Esta decía:
     Muchísimas gracias por ayudarme en la autopista la otra Noche. La lluvia anego no solo mi ropa sino mi espíritu. Entonces  apareció usted.
     Gracias a usted, pude llegar al lado de la cama de mi marido agonizante, justo antes de que muriera. Dios lo bendiga por ayudarme y por servir a otros desinteresadamente.
     Sinceramente:
     La Señora de Nat King Cole.

No esperes nada a cambio y lo recibirás
    

3.- Siempre recuerda aquellos a quienes sirves.

     En los días en que un helado costaba mucho menos, un niño de 10 años entró en un establecimiento y se sentó en una mesa. La mesera puso un vaso de agua en frente de el.
     ¿Cuanto cuesta un helado de chocolate con cacahuates?  pregunto el niño.
     Cincuenta centavos, respondió la mesera.
     El niño sacó su mano de su bolsillo y examinó un numero de monedas.
     ¿Cuánto cuesta un helado solo?, volvió a preguntar.
     Algunas personas estaban esperando por una mesa y la mesera ya estaba un poco impaciente. Treinta y cinco centavos dijo ella bruscamente. El niño volvió a contar la monedas.
     Quiero el helado solo dijo el niño.  La mesera le trajo el helado, y puso la cuenta en la mesa y se fue. El niño termino el helado, pago en la caja y se fue. Cuando la mesera volvió, ella empezó a limpiar la mesa y entonces le costo tragar saliva con lo que vio. Allí, puesto      ordenadamente junto al plato vacío, habían veinticinco centavos... su propina.
     Jamás juzgues a alguien antes de tiempo.
    
4.- Los obstáculos en nuestro camino.

Hace mucho tiempo, un rey colocó una gran roca      obstaculizando un  camino. Entonces se escondió y miró para ver si alguien quitaba la tremenda roca.
     Algunos de los comerciantes más adinerados del rey y cortesanos vinieron y simplemente le dieron una vuelta. Muchos culparon al rey ruidosamente de no  mantener los caminos despejados, pero ninguno hizo algo para sacar la   piedra grande del camino. Entonces un campesino vino, y llevaba una carga de verduras.  Al aproximarse a la roca, el campesino puso su carga en el piso y trato de mover la roca a un lado del camino. Después de empujar y fatigarse mucho, lo logró. Mientras recogía su carga de vegetales, el notó una cartera en el piso, justo donde había estado la roca. La cartera contenía muchas monedas de oro y una nota del mismo rey indicando que el oro era para la persona que removiera la piedra del camino. El campesino aprendió lo      que los otros nunca entendieron. Cada obstáculo presenta una oportunidad para mejorar la condición de uno.
     Si alguna vez caes, levántate y sigue adelante.
    
5.- Donando sangre...donando vida.


Hace muchos años, cuando trabajaba como voluntario en un Hospital de Stanford, conocí a una niñita llamada Liz quien sufría de una extraña enfermedad. Su única oportunidad de recuperarse aparentemente era una transfusión de sangre de su hermano de 5 años, quien había sobrevivido  milagrosamente a la misma enfermedad y había      desarrollado anticuerpos necesarios para combatir la enfermedad. El doctor explicó la situación al hermano de la niña, y le preguntó si estaría dispuesto a dar su sangre a su hermana. Yo lo vi dudar por solo un momento antes de tomar un gran suspiro y decir: Si, lo haré, si eso salva a Liz. Mientras la transfusión continuaba, el estaba acostado en una cama al lado de la de su   hermana, y sonriente mientras nosotros lo asistíamos a el y a su hermana, viendo retornar el color a las mejillas de la niña. Entonces la cara del niño se puso pálida y  su sonrisa desapareció. El miro al doctor y le pregunto con voz  temblorosa  ¿A que hora empezare a morirme? Siendo solo un niño, no había comprendido al doctor; el pensaba que le daría toda su sangre a su hermana. Y aun así se la  daba.
     Da todo por quien ames. Actitud, después de todo, es todo.

Si alguna de estas historias te hizo reflexionar para bien, piensa que alguien más a quien tu amas le gustaría leerlas también... Invitalos a leer!


No hay comentarios:

Publicar un comentario